Con el aumento de las inversiones en la atención y la educación de la primera infancia (AEPI), cada vez es más importante saber qué sistemas de AEPI prestan servicios de alta calidad. La supervisión de la calidad de los sistemas de AEPI no solo es relevante por cuestiones de responsabilidad, sino también para tomar decisiones políticas bien fundadas, para que los profesionales aprendan y mejoren su forma de actuar y para que los padres conozcan la calidad que se ofrece. Sin embargo, lo más importante es que esta supervisión resulta crucial para establecer si los servicios de AEPI prestados mejoran el desarrollo y el bienestar de los niños y qué se puede hacer para mejorarlos.

Por todo lo mencionado, cada vez son más los países de la OCDE que implantan sistemas y métodos de supervisión y los amplían. Si bien los métodos de supervisión varían mucho de un país a otro, están apareciendo tendencias comunes (OCDE, 2015):

  1. La supervisión de la calidad cada vez está más difundida en los 24 países y jurisdicciones estudiados.
  2. El empeño de los países por mejorar los procesos y las metodologías de supervisión es constante.
  3. La supervisión suele ser integral: no se suele supervisar por separado la calidad del servicio, la calidad del personal y los resultados de los niños.
  4. La supervisión de la AEPI suele estar vinculada con el sistema de supervisión de las escuelas primarias, ya que se precisa una experiencia más continuada en cuanto al desarrollo de la primera infancia.
  5. Las conclusiones de la supervisión suelen hacerse públicas, sobre todo cuando se refieren a la calidad del servicio.

La calidad del servicio (en aspectos estructurales como la cantidad de alumnos por docente, las normativas de salud y seguridad, las normativas sobre espacio interior y exterior, o el nivel de estudios del personal) es el aspecto que más se supervisa, según han informado los países que han participado en Starting Strong IV. No obstante, crece el interés por supervisar la calidad de los procesos para garantizar una interacción de alta calidad entre el personal encargado de la AEPI y los niños. De hecho, es un aspecto que se suele medir dentro de la calidad del personal y que adquiere cada vez más importancia, ya que existe un amplio consenso sobre el papel fundamental que tienen las actividades pedagógicas, las interacciones y los conocimientos del personal para el desarrollo y el bienestar de los niños. El desarrollo y los resultados de los niños también se supervisan cada vez más con el fin de analizar sus necesidades formativas, mejorar su desarrollo, aumentar la calidad del servicio y el rendimiento del personal, y ofrecer información para la toma de decisiones políticas.

La supervisión de la calidad es un proceso complejo que plantea diversos desafíos. No resulta fácil definir la calidad ni medirla de forma coherente, ya que los contextos varían mucho. Tampoco es sencillo obtener información del nivel de calidad que se ofrece ni garantizar que la supervisión contribuya a la reforma de las políticas y la mejora de la calidad.

Además, cada área de supervisión plantea retos específicos. Al supervisar la calidad del servicio, la clave es definir qué se entiende por calidad, garantizar unas actuaciones y procedimientos coherentes y comprobar que el personal y el entorno sigan los últimos estándares de calidad. Cuando se trata del rendimiento del personal, el desafío consiste en supervisar la aplicación del currículo por parte de los profesionales y vincular esa supervisión con mejoras de calidad reales. Para supervisar el desarrollo infantil y los resultados de los niños a nivel individual se requieren herramientas adecuadas para cada edad que ofrezcan una visión precisa y completa del desarrollo, además de adaptar la supervisión a cada niño en particular. Con el fin de superar estas dificultades, se ha empleado una amplia gama de estrategias, como la formación de los evaluadores y el estudio minucioso de la distribución de las responsabilidades de supervisión sobre las distintas partes implicadas.

La OCDE está realizando un estudio internacional sobre los profesionales de la AEPI, llamado TALIS Starting Strong Survey, para subsanar la falta de datos de los países en cuanto a la calidad del personal. Se trata del primer estudio de este tipo y proporcionará abundante información que ayudará a prestar servicios de alta calidad. La iniciativa brindará una visión general de los aspectos clave en los entornos de formación y bienestar infantiles. Además, ofrecerá pruebas y comparativas para ayudar a los responsables de las políticas a crear servicios de AEPI que potencien el desarrollo positivo de todos los niños.


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