WaterAid es una organización internacional sin ánimo de lucro que lucha por que todas las personas, vivan donde vivan, tengan acceso a agua limpia, aseos decentes y una buena higiene. Cada año cambiamos la vida de millones de personas. Pero ¿por qué estas cuestiones son especialmente relevantes para el desarrollo en la primera infancia? El acceso al agua, al saneamiento y a la higiene (WASH) es imprescindible para la salud de los niños. Los servicios WASH no solo mejoran de inmediato la dignidad y la seguridad de los pequeños y de las madres, sino que también aportan beneficios socioeconómicos y para la salud a largo plazo.

Muchas veces los efectos positivos de una intervención sanitaria para los niños en un área se ven mermados por la falta de WASH en otra. Por ejemplo:

  • Los programas de nutrición suelen centrarse en la ingestión de alimentos
    y sustancias nutritivas, sin tener en cuenta factores que dificultan la absorción de dichas sustancias, como la diarrea recurrente, los parásitos intestinales y otras infecciones entéricas relacionadas con la contaminación del agua y la falta de higiene (Cumming y Cairncross, 2016).
  • Las intervenciones orientadas a reducir la mortalidad en recién nacidos
    y madres tienden a centrarse en aumentar la atención obstétrica de emergencia y la cantidad de partos realizados en instalaciones concebidas para ello, pero con frecuencia las parturientas y los bebés se ven expuestos a infecciones potencialmente letales debido a la falta de higiene en instalaciones que carecen de requisitos básicos como el agua corriente limpia. En los países de renta media y baja, el 38% de las instalaciones sanitarias carecen de una fuente de agua básica (Organización Mundial de la Salud y Unicef, 2015).
  • A veces se eliminan los parásitos de los niños, pero estos se vuelven a infectar constantemente debido a las malas condiciones de WASH en las escuelas y en casa (Danaei y otros, 2016).

La sostenibilidad de los servicios WASH en las viviendas, comunidades, instalaciones sanitarias y escuelas es un pilar fundamental sobre el que descansan prácticamente todos los aspectos del desarrollo de la primera infancia. Para fomentar el desarrollo de niños y madres sanos y felices, es imprescindible que estos servicios se consideren un componente clave de los programas destinados a la primera infancia.

Si queremos ayudar a la primera infancia con sistemas intersectoriales más eficaces, hay que mejorar la forma de compartir experiencias de integración. A continuación describimos dos casos prácticos en los que WaterAid contribuye a mejorar la integración de los servicios WASH en programas y políticas de salud y nutrición. Estamos aprovechando nuestra experiencia para abogar por que los gobiernos y donantes inviertan en estrategias integrales que mejoren de forma sostenible la salud de los niños.

Nepal: integración de la higiene en programas de inmunización

En 2014, WaterAid ayudó al Ministerio de Sanidad de Nepal a lanzar un proyecto piloto en cuatro distritos para incorporar el fomento de la higiene en los programas de inmunización. Se organizaron sesiones con juegos basados en factores emocionales que influyen en el comportamiento (como los cuidados afectivos, la filiación, el asco y el estatus social), con el objetivo de cambiar la norma en aspectos como la lactancia materna exclusiva, el lavado de las manos con jabón, la higiene alimentaria, la gestión de las heces y el tratamiento del agua para la leche. Un total de 38 000 cuidadores participaron en las sesiones, a cargo de 2200 voluntarias de la comunidad formadas para ello.

Según una evaluación independiente, la intervención sirvió para mejorar todos los comportamientos higiénicos clave, que pasaron del 2% al 54%. La presencia de diarrea pasó del 20% en el estudio previo a la intervención al 5% durante el seguimiento. Ahora el gobierno apuesta por implantar el programa a escala nacional.

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Foto: Ernest Randriarimalala/WaterAid

Madagascar: integración de los servicios WASH y la política de nutrición

En Madagascar, casi la mitad de los menores de 5 años presentan retrasos en el crecimiento; cerca de la mitad de la población carece de acceso a agua potable; y el 90% no dispone de saneamiento (OMS y Unicef, 2017). Se calcula que el 50% de los casos de desnutrición derivan de diarreas recurrentes, parásitos intestinales y otras infecciones provocadas directamente por la insuficiencia de WASH (Prüss-Üstün y otros, 2008). Por eso la tercera fase del plan de acción nacional por la nutrición (2017–2021) del gobierno de Madagascar pone en marcha un sistema multisectorial con varias partes interesadas para mejorar los mecanismos de coordinación entre los servicios WASH y la nutrición, así como para hacer converger las intervenciones en un marco de resultados común.

Con el fin de reforzar y acelerar estas iniciativas nacionales, el movimiento para el fomento de la nutrición SUN y la alianza Saneamiento y Agua para Todos (SWA) unen sus fuerzas en una colaboración global sobre nutrición y WASH centrada en actividades de defensa y en la definición y puesta en común de buenas prácticas. Los miembros de la alianza, entre los que se encuentra WaterAid, han apoyado la iniciativa con nuevos informes de defensa, como The Recipe for Success (WaterAid y otros, 2017) y Los ingredientes que faltan (WaterAid y SHARE, 2016), que sugieren un kit de herramientas para la integración de los servicios WASH y la nutrición.

WaterAid también forma parte de la coalición Baby WASH (babywashcoalition. org), que aboga por una mayor integración de los programas, las políticas y la financiación en las áreas del WASH, el desarrollo de la primera infancia, la nutrición y la salud de madres, niños y recién nacidos.

Se pueden consultar referencias en la versión en PDF del artículo.

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