A lo largo de la última década, la República de Georgia ha avanzado mucho en la creación de un sistema nacional de intervención para la primera infancia destinado a ayudar a los niños en situaciones de alto riesgo o con discapacidades, retrasos en el desarrollo o comportamientos anómalos. En este artículo se explica lo que han hecho las organizaciones de la sociedad civil y el gobierno de Georgia para diseñar un sistema que garantiza a estos niños la atención intensiva e individualizada que necesitan.

En los servicios de desarrollo infantil, el último eslabón suele consistir en crear sistemas nacionales que sirvan para todo tipo de niños, independientemente de cuáles sean sus capacidades. Para respetar los derechos de los niños y los padres recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC) (Naciones Unidas, 1989), la Observación general n.º 7 a la CRC sobre la primera infancia (Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, 2005) y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Naciones Unidas, 2008), se debe garantizar una “atención continuada” que abarque desde los cuidados y la educación prenatales e incluso previos a la concepción hasta el desarrollo de la primera infancia (ECD), la intervención para la primera infancia (ECI) y la transición hacia una escolarización inclusiva.

La atención ininterrumpida de la ECI

Esta “atención ininterrumpida” solo será completa si existe un sistema nacional de ECI que preste servicios comunitarios destinados a los padres y otros cuidadores de niños en situaciones de alto riesgo o con discapacidades, retrasos en el desarrollo o comportamientos anómalos.

La ECI es un sistema intersectorial, interdisciplinario, integrado y coordinado de servicios intensivos e individualizados que se prestan en el entorno natural de los niños, principalmente desde que nacen hasta los 36 o 60 meses de edad. Su objetivo es mejorar el desarrollo infantil y prevenir las discapacidades y los retrasos en el desarrollo. Para establecer los sistemas de ECI nacionales, los gobiernos adoptan políticas, planes estratégicos o leyes, directrices para los programas de ECI nacionales, estándares para los servicios y el personal implicado, y reglamentos de inscripción. Además, suelen ofrecer ayuda técnica y financiera, por lo general a escala central, regional y municipal/local.

Los sistemas de ECI abarcan las siguientes actividades: defensa y acercamiento inicial a la comunidad para identificar a los niños, revisión universal del desarrollo infantil, evaluaciones de los niños y las familias, planificación de servicios individualizados, visitas al entorno natural del niño (por lo general, su domicilio), gestión de casos y actividades de transición. A veces se ofrecen actividades sobre crianza, talleres de grupo entre iguales, terapias especializadas y orientación familiar.

Según datos de 2015, de los 81 países que participaron en una encuesta global sobre ECI, 49 contaban con algún tipo de política nacional y 76 gestionaban a escala nacional uno o varios aspectos de la prestación de servicios de ECI. En las cinco naciones restantes, solo existían sistemas de ECI de escala regional (Hix-Small y otros, 2015).

Desde el año 2005, la República de Georgia ha avanzado de forma notable hacia la creación de un sistema de ECI nacional completo. En 2015 el país ya había implantado varios aspectos clave de los servicios de ECI nacionales y actualmente está ultimando los documentos de la política nacional.

Desarrollo inicial de servicios de ECI independientes

Aunque en Georgia existen servicios generales para el desarrollo de la primera infancia concebidos para niños con un desarrollo normal, los que se encuentran en situación de alto riesgo o presentan retrasos del desarrollo, discapacidades y comportamientos anómalos necesitan una atención más intensiva e individualizada.

En el año 2005, el país contaba con dos centros de rehabilitación que prestaban servicios terapéuticos o de atención diurna para una pequeña parte de los niños con discapacidades. Todavía no se había planificado ni desarrollado ningún programa de servicios de ECI a domicilio (Vargas-Baron, 2006). Más tarde, varios líderes nacionales en el campo del desarrollo de la primera infancia propugnaron la ampliación de los programas preescolares y de crianza sobre ECD, con el apoyo de UNICEF y de la Open Society Georgia Foundation. Entre 2005 y 2013, Georgia creó e implantó una política para sacar a miles de niños de los centros sanitarios y tratarlos en la comunidad. Numerosos huérfanos presentaban retrasos en el desarrollo o discapacidades y, con el tiempo, se crearon servicios de ECI para ayudar a las familias y las casas de acogida que se ocupaban de ellos (EveryChild, 2013; Mathews y otros, 2013; Greenberg y Partskhaladze, 2014).

En 2005 la Asociación Georgiana de Portage y más tarde, en 2012, First Step Georgia y el Centro de Neurodesarrollo, con el apoyo de la Asociación Georgiana de Neurólogos y Neurocirujanos Pediatras, desarrollaron servicios de ECI en Tiflis (la capital de Georgia), formaron a especialistas en intervención temprana (EIS) y pusieron en marcha proyectos piloto de servicios de ECI.

La Asociación de Portage utilizó los programas y los sistemas de evaluación del método, ya consolidados, una vez traducidos y adaptados a la lengua y cultura georgianas. Realizó visitas a domicilio y promovió la enseñanza preescolar inclusiva.

First Step Georgia utilizó el método de evaluación Hawaiian Early Learning Program Strands y el sistema Assessment, Evaluation, and Programming, que se basan en criterios de programas para un buen desarrollo infantil. Se ocupó de la prestación de servicios en el entorno natural del niño en colaboración con centros que atendían a niños más mayores con varias discapacidades.

El Centro de Neurodesarrollo modificó los servicios de rehabilitación que prestaba en sus instalaciones para incluir a los padres en las visitas terapéuticas y pronto desarrolló un programa a domicilio con EIS y terapeutas. Además, impartió formación sobre revisión del desarrollo al personal médico y a los trabajadores de la sanidad pública, y se prevé que este programa pase a ser universal.

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Photo: Early Childhood Intervention Program, Georgia / Courtesy Hollie Hix-Small

Ampliación, coordinación y siguientes pasos

Los tres centros de ECI descubrieron que tenían mucho en común. Con la ayuda de la Open Society Georgia Foundation y una serie de especialistas internacionales, organizaron conjuntamente sesiones de formación y de diseño de programas, así como actividades de planificación estratégica nacional participativa con el Ministerio de Trabajo, Sanidad y Asuntos Sociales y el Ministerio de Educación y Ciencia. El resultado de la colaboración fue la coalición de organizaciones de ECI, que engloba a 13 entidades y asesora a los ministerios sobre todos los aspectos relacionados con el sistema de ECI.

A medida que en Tiflis aumentaba el alcance de los servicios de ECI, otras regiones empezaron a solicitar formación y ayuda para desarrollar programas de este tipo. A través de la coalición, las organizaciones de ECI centrales brindaron de forma conjunta formación y apoyo para la creación de nuevos servicios de ECI en las regiones de Adjara, Imereti y Kakheti. En la actualidad se están creando otros centros de servicios de ECI regionales. Todos los centros, tanto regionales como centrales, crecen paulatinamente a medida que encuentran más niños y familias que necesitan servicios de ECI. Los gobiernos regionales, como el del municipio de Tiflis, están empezando a proporcionar ayuda financiera para complementar el pequeño sistema de cupones que gestiona el gobierno central.

Se ha desarrollado un plan estratégico nacional de ECI y una serie de procedimientos y directrices para el programa de ECI. Si bien no se prevé que se adopten de manera formal antes de finales de 2016, ya se están utilizando para definir los estándares de los servicios, varios indicadores y el sistema nacional de evaluación y supervisión de ECI.

Aunque se han llevado a cabo numerosos talleres en los que se ha formado a magníficos EIS y otro tipo de profesionales, se necesita urgentemente un sistema nacional que proporcione tanto cursos preparatorios antes del servicio como formación continua durante este, con el objetivo de obtener un flujo sostenible de expertos en ECI certificados. Se está implantando el sistema nacional de evaluación y supervisión de ECI, y se necesita un método de seguimiento de los niños vinculado a otros servicios destinados a los pequeños y a las familias. A medida que se amplíe el programa nacional de ECI, aumentará la demanda de supervisores regionales y personal de apoyo que colabore con las actividades de control de calidad.

Para responder a la demanda de servicios, es urgente que los ministerios y los gobiernos regionales o municipales aumenten la financiación. En este momento, muchos niños con derecho a servicios de ECI están en lista de espera. Aunque la República de Georgia ha avanzado mucho en el desarrollo de un sistema nacional de servicios de ECI eficaz y bien coordinado, todavía queda mucho por hacer para garantizar la ampliación sostenible de los programas, el alcance global, la supervisión universal, la equidad completa, el control de calidad y la rendición de cuentas.


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