Este año pasará a la historia como el momento en el que se pone en marcha una nueva red global dispuesta a actuar a todos los niveles en favor del desarrollo de la primera infancia. La Red de Acción por el Desarrollo de la Primera Infancia es una alianza global que se compromete a hacer todo lo posible para que todos los niños pequeños del mundo desarrollen plenamente su potencial, sin importar dónde vivan ni en qué circunstancias se críen.
Estamos en el momento ideal para emprender esta labor, pues ya han avanzado de forma considerable los estudios globales que demuestran qué tipo de intervenciones ayudan a los niños a desarrollar plenamente su potencial: cuidados afectivos, estimulación temprana y protección frente al estrés tóxico. Además, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible recoge el desarrollo de la primera infancia entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Todas las metas de los ODS en materia de salud, nutrición, educación, pobreza, violencia y agua limpia y saneamiento contribuyen a mejorar el desarrollo infantil (Objetivos de Desarrollo Sostenible, Internet).
Sin embargo, a pesar de los estudios y del interés que ha generado este tema recientemente en todo el mundo, se calcula que en los países de renta media y baja hay 250 millones de menores de 5 años que podrían no desarrollar plenamente su potencial por las adversidades que sufren durante los primeros años de su vida, que afectan a su desarrollo cerebral durante esta etapa formativa y provocan daños duraderos. Esta situación contribuye a perpetuar el ciclo intergeneracional de la pobreza y la desigualdad. Esta laguna en el desarrollo del potencial humano se debe en parte a que no se aplican plenamente los datos científicos sobre el desarrollo de la primera infancia y no se actúa a gran escala con un enfoque multisectorial (Black y otros, 2016). Es más, aunque hay distintos paladines de los niños pequeños, sus voces y actividades de defensa están descoordinadas.
Es urgente implantar a gran escala programas equitativos y de alta calidad que abarquen diferentes sectores para permitir a los niños pequeños desarrollar plenamente su potencial y llevar una vida feliz y productiva. Para ello, resultan cruciales el compromiso político, las inversiones económicas, una buena coordinación entre las diferentes partes implicadas y un mejor conocimiento sobre la importancia de los primeros años de vida de los niños. La red trabajará a través de los países y sus miembros para avanzar en estos asuntos.
Un impulso a la acción coordinada y acelerada en favor del desarrollo de la primera infancia
Para brindar oportunidades a la primera infancia y superar los desafíos al respecto, los miembros de la red forman una red de actores para catalizar acciones para mejorar las vidas de los pequeños. UNICEF y el Grupo del Banco Mundial lanzaron esta iniciativa en el evento “Un comienzo inteligente para las economías en crecimiento”, celebrado en abril en el marco de las Reuniones De Primavera de 2016 del Banco Mundial, que supuso un hito para la infancia temprana, pero la red se hizo realidad cuando numerosas organizaciones se convirtieron en participantes activas para hacer de ella una verdadera red. Hasta ahora, se han unido a la red varias agencias de las Naciones Unidas (OIT, UNESCO, UNICEF y OMS), el Banco Mundial, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, fundaciones, entidades del sector privado, redes regionales en favor de la primera infancia, instituciones académicas, grupos de reflexión y otras iniciativas globales. Para diseñar el programa de la red, se creó un grupo ejecutivo provisional formado por representantes de las entidades integrantes de la red. Pronto se sumarán los países y las partes constituyentes esenciales restantes.
¿Por qué crear una red?
La red no es una sola entidad, sino un sistema de actores y colaboradores interconectados que trabajan en equipo por una misma causa. La participación de sus miembros resulta esencial para traducir las sólidas pruebas disponibles en intervenciones que mejoren el desarrollo de los niños. Este paso de la teoría a la práctica resulta complejo y varía en función del país. Para hacerlo realidad, la red recurrirá a una amplia gama de representantes de diferentes circunscripciones, sectores y niveles de gobierno. Asimismo, priorizará el uso compartido de herramientas, recursos e información práctica.
Esta iniciativa también se propone colaborar estrechamente con otras estrategias y alianzas globales afines, como el Movimiento para el Fomento de la Nutrición, la Alianza Mundial para la Educación, la Alianza Global para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez y Every Woman Every Child, que ya están coordinando de manera eficaz intervenciones para promover varios aspectos del desarrollo de la primera infancia. La red también bebe de la experiencia del Grupo Consultivo sobre Desarrollo y Cuidados de la Primera Infancia, cuya labor acaba de terminar, pero que durante décadas ha contribuido a mejorar las prácticas y políticas relacionadas con los niños pequeños mediante una acción de defensa coordinada, además del análisis, la síntesis y la difusión de información. Entre otras iniciativas, cabe destacar la participación de redes regionales existentes como la Red Africana por la Primera Infancia, la Red Árabe por el Desarrollo de la Primera Infancia, la Red Regional Asiática por la Primera Infancia y la International Step by Step Association.
¿A qué se dedicará la red?
Para hacer realidad su visión (lograr que todos los niños pequeños desarrollen plenamente su potencial), la red:
- coordinará la actividad de varios actores que trabajan para ayudar a los
niños pequeños a escala nacional, regional y global; - difundirá entre los distintos países y comunidades información relevante,
como herramientas y recursos técnicos, materiales de defensa, etc.; - impulsará la demanda de servicios destinados a los niños pequeños y a sus
familias mediante iniciativas de defensa coordinadas y de amplio alcance.
La suma de todas estas actividades que llevarán a cabo los miembros de la red contribuirá a crear un movimiento para mejorar el desarrollo de los niños pequeños en todo el mundo. Dentro de este movimiento, la prioridad de la red es ayudar a los países a garantizar servicios equitativos y de alta calidad destinados a los progenitores y otros cuidadores de niños pequeños, especialmente de los que tienen entre 0 y 5 años. Para ello, se han creado seis grupos operativos encargados de definir prioridades y empezar a elaborar, encontrar o mejorar herramientas y recursos clave en varias de las áreas críticas que defenderá la red. Más de 100 expertos y profesionales de un grupo heterogéneo de organizaciones han puesto su tiempo, creatividad y conocimientos al servicio de este objetivo de forma desinteresada. Veamos varios ejemplos de lo que han conseguido:
- El grupo de intervenciones ha propuesto la creación de un centro de conocimientos que ayude a los responsables de tomar decisiones a saber cuáles de las posibles intervenciones basadas en pruebas tienen más probabilidades de mejorar las vidas de los niños pequeños en cada contexto. Asimismo, ha creado una guía pensada para ayudar a los países a diseñar iniciativas multisectoriales para la primera infancia: entre otras cosas, se exponen los puntos de entrada de cada sector que han demostrado su eficacia a la hora de implantar y reforzar las iniciativas.
- El grupo de personal ha elaborado definiciones y una tipología de requisitos que deben cumplir quienes trabajan con la primera infancia (voluntarios, profesionales y paraprofesionales); ha preparado recomendaciones sobre la asistencia técnica y financiera que se necesita para reforzar la capacidad del personal; y ha añadido al centro de conocimientos recursos para quienes trabajan con niños pequeños, sobre la base del portal creado por la Early Childhood Workforce Initiative bajo la batuta de la ISSA y el Results for Development Institute (R4D).
- El grupo de datos y pruebas ha elaborado una relación global de herramientas de medición y entidades de capacitación, y ha destacado la necesidad de crear un entorno que favorezca la construcción o mejora de los sistemas nacionales de datos sobre la primera infancia.
- El grupo de financiación ha redactado recomendaciones para crear un marco común de costes para la primera infancia, con especial hincapié en la capacitación nacional encaminada a encontrar y aprovechar fuentes de financiación innovadoras, a partir de herramientas de costes globales ya existentes desarrolladas por los miembros de la red. Asimismo, el grupo ha recomendado crear un kit de herramientas de financiación para la primera infancia destinado a los responsables de las políticas, y una herramienta de defensa para aprovechar la financiación a escala nacional.
- El grupo de defensa ha diseñado una estrategia para mejorar la eficacia de las actividades de promoción de políticas a escala nacional y global: entre otros aspectos, establece cómo conectar, informar y movilizar a los defensores en favor de los niños pequeños y cómo lograr la implicación de líderes ajenos al ámbito de la primera infancia. Este grupo organiza una serie de seminarios online entre los miembros de la red para intercambiar recursos y planes de defensa, aprovechar al máximo las sinergias y ampliar el alcance de las tareas de cada miembro.
- El grupo del marco de resultados ha desarrollado un marco de resultados global y una Teoría del Cambio para la red, que incluye indicadores de los ODS de varios sectores, así como indicadores intermedios para hacer un seguimiento del progreso a lo largo del tiempo.
¿Cómo se relacionará la red con los distintos países?
El principal objetivo de la red es acelerar los resultados a escala nacional. Para encauzar este proceso, se ha diseñado una estrategia basada en dos principios clave:
- Universalidad: Todos los países podrán implicarse con la red de varias formas.
- Sistema por fases: En un principio, la red intervendrá en pocos países, y paulatinamente irá ampliando el ámbito de acción. De este modo, se dispondrá del tiempo de aprendizaje necesario para ampliar la iniciativa de manera controlada.
La red intervendrá de formas diferentes en cada país para responder a necesidades y contextos diversos:
- Países de aprendizaje: En 2017, un pequeño grupo de países empezará a modelar y definir la red. Conforme mejoran sus propias actividades para reforzar las labores de planificación, priorización, coordinación y, por último, implantación destinadas a mejorar el desarrollo de los niños pequeños, estos países contribuirán a crear el futuro de la red.
- Países de acción: En 2018, la red coordinará y ampliará el apoyo en una mayor cantidad de países.
- Países de intercambio de conclusiones: Cuando la red alcance un mayor grado de madurez, creará plataformas para compartir conocimientos y englobará a los países que estén interesados en intercambiar conclusiones o compartir recursos y mejorar los programas y las políticas para los niños pequeños.
¿Qué ocurrirá en el futuro?
Hasta ahora, la red ha supuesto un gran impulso y ha generado muchísima energía entre sus miembros. Aún está dando sus primeros pasos y esta fase de aprendizaje depende de la implicación y el apoyo que presten los defensores de diferentes circunscripciones que trabajan por los niños pequeños. Resultará crucial incorporar las perspectivas de los miembros y países participantes para dar forma al futuro de la red y garantizar que, mediante la acción coordinada y sinérgica, se cumpla el objetivo de que todos los niños pequeños, sin excepción, desarrollen plenamente su potencial.
Se pueden consultar referencias en la versión en PDF del artículo.