Sesame Workshop y el Comité Internacional de Rescate (IRC) emprenden una intervención de varios años para ofrecer aprendizaje temprano y cuidados afectivos a los niños y las familias víctimas de la guerra civil en Siria, con el objetivo de crear un marco que se pueda utilizar también en otras situaciones humanitarias. Durante los seis años de conflicto sirio, que ha provocado desplazamientos masivos, los niños se han visto expuestos a la violencia y han perdido oportunidades de acceder al aprendizaje temprano, algo esencial para su bienestar.
La magnitud de la crisis mundial de refugiados es increíble: en la actualidad, el número de desplazados asciende a más de 65 millones, y más de la mitad de los refugiados tienen menos de 18 años (ACNUR, Internet). Debido a los efectos diarios de la violencia y el abandono, estos niños corren un alto riesgo de sufrir estrés tóxico, un trastorno de los procesos biológicos y neurológicos esenciales para el desarrollo del cerebro que puede causar problemas crónicos, como una mala salud psicofísica y déficits cognitivos que a su vez provoquen una baja remuneración en el futuro (Britto y otros, 2016). Dada la cantidad de niños afectados, en última instancia los efectos para la sociedad serán enormes.
Los niños muestran un alto grado de resiliencia, es decir, los daños que han sufrido se pueden contrarrestar, pero para ello hay que actuar pronto (Britto y otros, 2016). A pesar de que está más que demostrada la necesidad de proteger el desarrollo de la primera infancia en las situaciones de crisis, el sistema humanitario se suele concentrar en la supervivencia, es decir, en satisfacer necesidades básicas como la alimentación y el refugio, mientras que tiende a dejar de lado otros ámbitos críticos: por ejemplo, por término medio, menos del 2% de la financiación humanitaria se destina a la educación, y sólo una pequeña parte de ese porcentaje a intervenciones para la primera infancia (UNESCO, 2015). Muchos niños viven en campos de refugiados durante toda su edad escolar, pues hoy los desplazados pasan una media de 17 años fuera de su lugar de origen, o 23 años si no salen de su país. Si queremos aumentar la probabilidad de que estos pequeños reciban una educación de calidad, es imprescindible poner en marcha pronto intervenciones que los preparen para la escuela.
Por lo tanto, hay que cambiar drásticamente la forma de abordar el desarrollo de la primera infancia entre los refugiados, con un sistema que sea compatible con los existentes desde el punto de vista operativo, que se implante a largo plazo y que se pueda ampliar y replicar. En esta colaboración entre la organización sin ánimo de lucro Sesame Workshop y el IRC, el material
educativo de eficacia demostrada de la primera se combinan con la experiencia de la segunda en el trabajo con niños y familias en situaciones de conflicto. En sus más de 80 años de trayectoria, durante los cuales ha respondido a las peores crisis humanitarias del mundo, el IRC ha marcado la diferencia para 23 millones de personas de 40 países.
Sesame, por su parte, con sus 50 años de actividad en 150 países, ha creado contenidos educativos basados en investigaciones y adaptados a las necesidades específicas de los pequeños: así, los muñecos del Barrio Sésamo imparten clases de todos los niveles, siempre desde el punto de vista de los niños. El contenido creado en las iniciativas internacionales de Sesame Workshop ha demostrado influir de forma positiva en las competencias cognitivas, el aprendizaje sobre el mundo, el razonamiento social y la actitud de los niños. Asimismo, se ha observado una correlación entre la exposición de los pequeños al material de Sesame Workshop y su nivel de conocimientos sobre los temas tratados en el programa (Mares y otros, 2015).
Contenido multimedia y programación
Mediante esta colaboración, Sesame Workshop y el IRC aspiran a cambiar la vida a millones de niños sirios, jordanos, iraquíes y libaneses de entre 0 y 8 años de edad, transformando sus competencias lingüísticas, matemáticas, socioemocionales y de lectura temprana. La intervención abordará las necesidades concretas de estos niños mediante programas y contenidos multimedia:
- nuevos programas televisivos con muñecos del Barrio Sésamo que muestran modelos adaptados a las experiencias específicas de los niños refugiados y cuentan historias que ponen especial énfasis en el aprendizaje temprano, el respeto mutuo y la comprensión dentro de las comunidades de desplazados, así como entre los refugiados y las comunidades que los acogen;
- material destinado a los padres y cuidadores para fomentar los cuidados afectivos, el desarrollo sano y el aprendizaje en profundidad material para promover el aprendizaje temprano en la enseñanza reglada y no reglada y en los centros de cuidado infantil;
- recursos para formar a los proveedores de servicios que trabajan con niños
pequeños y con los cuidadores de estos.
El objetivo es que la intervención sea lo suficientemente intensa como para cambiar la vida a los beneficiarios, pero también lo suficientemente rentable como para que se pueda ampliar. Se creará una biblioteca permanente de contenidos globales que se difundirán mediante las redes de colaboración ya existentes del IRC, que abarcan escuelas, centros comunitarios, programas de protección social y centros de salud. Asimismo, se divulgarán contenidos en papel y mediante tecnologías móviles, radio y televisión, y se aprovechará toda la red de proveedores de servicios destinados a las comunidades de refugiados en la zona afectada por el conflicto sirio. Se ayudará a las familias allá donde se encuentran, con contenidos que responden a las necesidades inmediatas de los niños al tiempo que sientan una sólida base para su bienestar futuro. Una vez probado el modelo, se podrá implantar también fuera de las zonas en que trabaja actualmente el IRC.
Los estudios formativos y las pruebas iniciales del contenido de Sesame existente en árabe, fruto del trabajo con el IRC en Jordania, se han llevado a cabo con financiación de la Fundación Bernard van Leer y la Open Society Foundation. La iniciativa es una de las ocho semifinalistas para recibir la subvención 100&Change de la MacArthur Foundation (MacArthur Foundation, Internet). La fase piloto permitirá al IRC y a Sesame Workshop crear un marco educativo centrado en las necesidades de los niños pequeños y cuidadores afectados por los desplazamientos y también servirá para dar forma en el futuro a un programa regional más amplio. Después de la fase piloto, nuestro método y los estudios que realicemos en el marco de dicha iniciativa más amplia serán la base para formar y renovar los servicios que se ofrecen en el sistema humanitario global.
Se estudiarán temas como el modo en que los niños pequeños y sus familias utilizan los contenidos y materiales y reaccionan a ellos, qué plataformas resultan más eficaces y cómo influye el material multimedia en los cambios del comportamiento y los resultados de aprendizaje en estos contextos. Invertiremos mucho para evaluar los efectos del programa integrando en la fase de implantación un ensayo controlado aleatorio que permitirá valorar cómo influye la intervención en el desarrollo físico, la alfabetización, la capacidad de cálculo y las competencias socioemocionales. A partir de las conclusiones de nuestros estudios, elaboraremos un proyecto para trabajar en futuras crisis humanitarias, con un marco que se podrá repetir en otros contextos para las generaciones venideras.
Más información
Más información en: sesameworkshop.org/refugees
Se pueden consultar referencias en la versión en PDF del artículo.